sábado, 3 de mayo de 2008

Más posible, imposible.


Me mirás buscando mi aprobación, me mirás, como preguntándome. Yo no tengo la respuesta, ella la tiene. Me paro al lado tuyo, y entre bolsos tirados en el suelo, mucho olor a tabaco y la música colombiana que me tiene harta me apoyo contra la pared. Otra vez, me mirás, como buscando la respuesta. Me contás de vos, de tus cosas, de los chicos que se fueron, y porqué vos te quedaste corriendo la misma suerte de aburrimiento que yo. Pero vos no parecés darle importancia a eso, hay algo frente a vos, que se agita, y menea con su pelo rubio, que se agita y menea de un lado para el otro. Es la única de nosotras que alguna vez tomó clases de rock y salsa, y mezclando estilos, baila colombiano adueñándose de la plataforma. Se ríe y sigue, se ríe y sigue. Y lo mira, de reojo, lo mira. Ella sabe todas las cosas que él siente, pero no puede hacer nada al respecto salvo ignorarlas o incrementarlas. Lo vuelve loco.


Los miro desde donde estoy, y pienso, y recuerdo. Hace dos años atras, él venía a casa para que le explicara matemática. Me gustaba muchísimo. Siempre buscaba la manera de acercarme lo más posible a él. Pero las circunstancias quisieron, que esa fascinación se diluyera, y terminamos hablando por msn, sobre corazones rotos, y días de verano dados vuelta. No obstante, a vos, ella ya te gustaba.


Como la mirás, como te sonreís cuando ella no te mira, como me hablás como suspendido, pensando en ella... Quisiera que las cosas no se hubiesen dado así. Que ella hubiese pintado una hermosa historia con un sí.


Pero la entiendo. Yo hubiese hecho lo mismo. Creo que nuestro problema radica principalmente en no tener la capacidad de ser objetivas con las situaciones. Parece que jugamos al Ludo Mátic. Los dados automáticos nos permiten correr en la partida, y devorarnos entre nosotras, sin ganar sin perder, ni avanzar. Ya cada una fue vencida en algún momento. Pero nos levantamos, con una nueva meta. Si aparecen esos comodines que nos sonríen diabólicamente para saltearnos el recorrido y ganar, los rechazamos, queremos recorrer esto solas, sin ayuda de nadie, ignorando.


Sinceramente, espero que esa carta haya servido para movilizarle algún esquema, no le des importancia a lo que terceros digan, amiga, sólo importa lo que te encuentres frente a frente cuando le digas todo lo que sentís. Y ese momento va a llegar tarde o temprano.


Mientras tanto. Seguí mezclando tu rock-salsa en colombiano. Mientras tanto, vení, que con Daniela te pervertimos. =)
Siempre con vos.
Tati. ♥

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