Hoy todo el día, fue un buen día. Un día perdido, pero no un mal día. Estuve de buen humor la mayor parte del tiempo, y tuve un rato a solas para hablar sola conmigo misma durante un buen rato. Me imaginé (claramente) a alguien con quien realmente tenía ganas de hablar, y el monólogo se extendío simple y limpio. Reiteraba constantemente, y no contemplaba contestación alguna, pero no me molestaba en absoluto ignorar la respuesta de mi imaginación. La respuesta me callaba. Reía y monologueaba, en un momento, me sentí tonta, en otro me sonrojé y en otro me sentí realmente estúpida, me dije que no podía sentir tantas cosas hablando solo conmigo misma. Pero lo veía tan claro, todo, tan claro. Fantaseaba, infantil. Y pensaba que sería de mi cabeza, si pensar tanto no fuese una de sus particularidades. Pensaba en lo particular de pensar tanto en algo que ya no debería pensarse más. Y en lo molesto que es, hablar conmigo misma tan claramente de cosas que no puedo decirle a nadie más. Como si vos, si yo, si ambos lo supieramos todo, y creyésemos no saber nada, solo para sentirnos más solos. O no se si solos... Solo para sentirnos lejos, de algo que evidentemente no sabemos como manejar. Quien sabe, solo imagino, fantaseo, infantil, un monologo de cosas, que no voy a decir nunca tan claramente como a mi misma, en un día como hoy, en un buen día. Porque cuando estoy de buen humor, de alguna forma, las cosas dejan de ser turbias, y todo parece más claro.
The daily things that keep us all busy...
Are confusing me.
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