viernes, 28 de enero de 2011

Zona liberada I

Hoy casi me afanan. Es raro para mi decirlo, ya que por esas cosas de la vida, nunca me tocó aún que me agarren en la calle. Y hay optimistas irónicos que me dicen "ya te va a tocar" y otros quienes dejan todo en manos del destino con un "ojala nunca te pase". Ninguna de los dos comentarios me gustan. Pero como siempre crédula de un titiritero supremo  puedo decirles que no fue casual que en el momento justo en que me iban a pedir mas que un cigarro un cana doblara la esquina y los ahuyentara como moscas. Ella apareció segundos después junto con un sujeto del cual solo había oído un par de comentarios, a boca de ella, por supuesto. Y marchamos hacia la casa de su tía.

El sujeto intergaláctico

El sujeto en cuestión al acercarse a saludarme tropezó alebozamente con una baldosa y de no ser que su equilibrio acompaño el mambo, seguramente se hubiese roto la nariz con el cordón de la vereda, lo cual hubiese sido una presentación un tanto mas extravagante para el breve dialogo a modo de introducción que luego postuló. En fin, no me llevó demasiados segundos resolver que estaba bajo los efectos del thc. Ella le celebraba cada movimiento. Al llegar a la casa el sujeto se sentó donde pudo, y yo claramente hice lo mismo, ella divagaba. Me llamaron la atención dos cosas en ese momento, el primero, fueron los anteojos que el sujeto tenia, y que me remontaron a Jill is lucky, sin mencionar, que al nombrarlos, el conocía la banda! (creo que me cayó bien desde ese momento) y la segunda cosa que me llamó la atención, fue el solo hecho de que estuviera ahí. Si mal no recordaba ella lo había conocido en la plaza, hacia una semana atrás y ahora estaba sentado en su sillón. Le pregunte sobre los anteojos. Sospecho que esperaba que le preguntara y si no lo hacía era probable que el mismo me contara lo que se suponía que realmente eran. Ahora viene lo difícil, ya que luego de negar que tenían aumento, me los dió y efectivamente no tenían vidrio alguno. Sin embargo describió con presición un supuesto material no visible para el ojo humano que evitaba que unos supuestos rayos le dañaran la vista. La forma que me lo dijo, y la precisión de los supuestos componentes, solo me causó asentir, y decirle "claro, si" con absoluta naturalidad, que de hecho la sentí así. Y muy por dentro pensaba "quiero unos anteojos de esos". En fin, luego de que se fue, ella me dijo que el sujeto había insistido en ser presentado como un visitante intergaláctico y ella se había negado: "deja de decir estupideces querés" me contó haberle dicho... yo a todo esto le dije: "los incrédulos caen primero".

En fin, podría enumerar hasta tres capítulos mas de lo que hoy sucedió, pero estoy cansada y quiero dormir, o ver one piece, no lo sé, aún no lo decido.

Estuve "eliminando" o bien retirando algunos posteos del blog. No los suprimí por si alguna vez quiero volver a colocarlos, pero ya no siento que tengan que formar parte de esta bitácora. Ya que cuando mi cabeza es un despelote, escribo muchísimo, sin sentido y sin correlatividad con la realidad, y a veces me hace perder el hilo de las cosas que cuento o recuerdo, a veces me confunde con los pies sobre la tierra o me baja de un hondazo del aire. Bajar a palabras o bien escribir lo que uno piensa, es entre comillas algo "serio" al menos en la cabeza de uno, las maquinaciones bajadas a palabras pasan a ser mas tangibles que cuando simplemente pululan entre células nerviosas. No quiero ser un conjunto de palabras sin sentido.

(aunque claramente, muchas veces me veo atrapada por lo que escribo, presa de mis propias palabras, detesto eso)

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