lunes, 17 de enero de 2011

Un sonido en el Mamba.

Hoy vi una máquina de escribir muy antigüa. Por más soso que suene, hace rato que quería escuchar el sonido de las teclas, cuando uno las presiona, y parece que las hundiera en el aire. Ese tac tap tat, no sabría describir la onomatomepeya. Solo toqué una sola tecla, una sola vez.
Meli me miró de reojo y me chistó.
Me reí y no me atreví a tocarla otra vez. No fue exactamente por el hecho de que el guardia estuviese mirándonos. Sino porque el sonido, me resultó espontáneo, y quedó flotando en el aire. El sonido de esa única tecla que asarozamente toqué.

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