domingo, 12 de diciembre de 2010

Aqua think

El buen humor no puedo compararlo con nada (al menos hoy). Pienso con más frescura y el viento agita mi pelo más violentamente, mientras salto charcos entre risas. Incluso cuando la tormenta de esta tarde se reveló violenta, tuve ganas de gritar y salir corriendo a empaparme. Si algo bueno me puede pasar cuando me siento bien, es que llueva. Porque se lleva todos los pesares que podrían amargarme en algún momento. Los árboles más verdes por el contraste de las nubes y la cortina gris de lluvía que desciende irregularmente y comienza a rebalsar las calles. De repente quiero hacer muchas cosas. Y tengo más tiempo que de costumbre. Por fin puedo decir que el año termina limpio y claro. Si bien hay cosas que extraño, que no tengo, que deseo, que añoro y que simplemente necesito, puedo recorrer todo esto sin ellas, y encaminarme nuevamente a un nuevo ciclo. De repente todo está tan pasado por agua, que solo quedan en su estado natural, lo que en algún momento estuvo cubierto de un lodo complicado y engañoso.
Quiero ser yo un rato, así, despreocupada, sincera, y sobretodo, inmersa en esta realidad, que solo se crear para mi misma pero que espero compartir con aquellos que se atrevan a sumergirse en ella.

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