martes, 2 de febrero de 2010

Mentiras

Las cosas que te dije, fueron mentiras.
Todo sería tan sencillo si esa única frase fuese cierta. Si pudiese besar el suelo con los ojos cerrados y lamer tus disculpas junto con tus zapatos. Que imbécil de mi parte sería dejarte ir si me tendieses la mano. La ingenuidad de ser tan pendeja, me susurró al oido que te soltara, que ibas a volver. Acaso pensaba que esto se trataba de matices? pensé en un gris claro y para vos solo era blanco o negro. Me disculpo con la culpa que te hice sentir, solo con ella, porq no me arrepiento en lo más minimo de lo que pasó. Hoy llovía, y caía y caía. El cielo me arrojaba excusas, me sentia en la casa de las dagas voladoras, esquivando la realidad, por miedo a salir herida.

Creo que esta historia ya la escuché.
Oh, si, es que ya la he contado.


Caminé despacio tu silueta,
la hora del desayuno amanecía impasiva.
Disolví los rayos de luz con un poco de sueño,
encendí la noche con los pies.

Claramente no habia ruidos,
más si los silencios de tu risa.
El mundo estaba tan lejos de ser sincero,
la luna estaba tan cerca de asesinar mis sueños.

Recorrí en un instante tus muecas,
anaranjadas por la tenue tranquilidad.
Colmé de sinceridad mis ojos,
permitiéndoles volar junto a los tuyos.

Mis manos se alzaron al techo,
las palabras se enredaron en mis dedos.
Me mirabas, te miraba,
me di el gusto de sonrojarme.

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